Niño mar, eres insaciable de juegos.
Viejo mar, eres insaciable de llantos.
Mar, eres cielo, relámpago charco, sangre y fuego.
Hoy ¡oh mar! dejaste a la suave
orilla tu fuerza, tu gallardía,
tu belleza y tu dolor,
porque hoy eres tan solo color,
color que vive con alma, corazón, sabiduría y pensamientos.
Y el cristal de tus aguas son los ojos,
que ven ,como el mundo ciego se inclina antes nuevos dioses, que van a la conquista de fama y pleitesía, derrochando el pan de cada día de sus gente ,necesitados de trabajo y mejoría.
¡Oh mar! tú sabiduria es grande, antes o después las impaciencias de tus aguas, te harán cambiar el color, y el mundo podra ver ,como es grande el error ,de cambiar pleitesía por sabiduría.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!