Él la observó con mirada enamorada,
Pensó en su mirada que le hechizaba,
Y que dejarla escapar,
Era un doce sin par.
No quiso él acelerar.
Durante un año se paré a observar,
El cariño que le podía tener,
A tan hermosa mujer.
Una tarde de junio de hace años,
Él y ella se cogieron de las manos,
Recorrieron los dos aquel día,
Muchos kilómetros entre ida y venida.
El mundo giraba entorno a ellos,
Todo fue amor y deseos.
Paseando, bailando y jugando,
Los días fueron pasando.
La tristeza y amargura les llegaba,
Sintiéndose ella amenazada,
Por aquellos sus progenitores,
Si tenía tan apasionados amores.
Pasaron muchas lunas y soles,
La tristeza seguía sin abandonarles,
Varios días ella estuvo,
Recluída sin verle anduvo.
Como cualquier mal pasajero,
La gravedad se convertía en casi cero,
Tiempos mejores entonces vinieron,
Y ellos con felicidad vivieron.
No valen fronteras,
No valen barreras,
Si en la vida hay amor,
Todo estará lleno de calor.