Púrpura, como la lluvia del otoño,
celeste, como el color de las pupilas del sol,
taciturno, como el umbral de la tristeza,
plenilunio, como el amor que a mi alma cegó.
Pálida dama, mujer de sombras ocultas,
escuálida belleza encantada, laberinto que resultas,
disfrazada de hechicera, aguadaña de finas puntas,
a la muerte tu reclamas, entre la niebla de las tumbas.
Misterio infranqueable del amor en la sombra,
ladera del amante del innombrable que te nombra,
espiga de la esfinge que envuelve tu figura,
enigmática flor de lis que avoca a la locura.
Pasajera de los tiempos, amiga de lo irreprochable,
consejera de lo eterno, Apocalipsis de lo infranqueable,
amargura deshilachada , contratiempo a destiempo,
reina de las desoladas, princesa de los encantamientos .
El fuego es helado,
el amor es triste y frío,
vagan las almas de los desamparados,
por un infierno oscuro y ensombrecido.
“A LA OSCURIDAD DEL AMOR”
LA SOMBRA DE LOS EMAMORADOS.
J.M.P.Poeta