Onceavo Mandamiento

Se que olvidaste en tus diez mandamientos
decirle a tu pueblo que pecado ha de ser
el golpear con las manos a una princesa
que tú con nobleza nos pudiste ceder
Se que en sus sueños jamás el se puso
a pensar que unos hombres pudieran hacer
de su invento tristezas que con tanta nobleza
y con divina pureza la supo él hacer
Dios nos la puso en nuestro camino
para servirla y amarla y poder expandir
este mundo que solo vivía en tinieblas
y Adán no podía ni hablar más con él
Ahora que muchos vivimos con ellos
no muchos desean poder comprender
que no ha llegado una esclava a la tierra
si no una hembra que madre ha de ser
Nunca tu debes golpear esa hembra
que Dios en tus manos ha podido poner
ya que juzgado serás por los cielos
y directo al infierno te vamos a ver