TODO CAMBIO PARA LOS DOS

Cuanto tiempo espere
y en un momento lo viví,
que sensación, que alegría,
todo por ese día, cambio.
No basto más que esperar,
fue un instante, un minuto,
un segundo nada más,
un espacio sin igual.
Lo miré y vi sus ojos,
llorando sin parar,
comprendí que no mentía,
era otro, que verdad.
Al abrir sus brazos,
encerró y claustro los míos,
él y yo en dos lazos,
que disipan el fuerte frío.
Al sentir yo su franqueza
y su bendición en mi mente,
se borró toda tristeza
y nació algo diferente.
Lo abracé a todo paso
y un cambio yo noté,
era otro, otro caso,
era cierto, era él.
Se acabo con ello,
todo lo que antes reproché;
y se termina aquello,
que acababa con mi fe.
Si lo hubiera ya sabido
que todo eso pasaría,
no lo habría preferido,
fue grandioso, fue un gran día.