Ah Cristo santo en la cruz dos mil años, se oyen los clavos aún señor cada siglo, cada siglo la humanidad te crucifica en el golgata del mundo. No hay entendimiento para tus palabras, pajaros muertos en el aire, dame la alegría de tu pasión para guardar mi alegría en el fogon amoroso de tus brazos. No, no es mi tristeza, ni aún mi llanto, estos pajaros muertos lloran solos de muerte, solos de muerte, tantas guerras te clavan al madero, oígan en el silencio de la noche como suenan los viles clavos en sus manos.