Entre los dos un futuro se despierta.
El futuro somos nosotros mismos,
negarlo sería desmedido cinismo.
Entremos, la puerta está abierta,
estamos en el umbral felicidad.
En tu cuerpo de amazona salvaje
persistirá nuestro pendiente linaje,
que proseguirá en la posteridad.
Juntos consagraremos en el altar
nuestro cuerpo y, con besos fecundo
en amor fraterno, verán el mundo
y tus ojos, nuestro prole al despertar.
Amor; el futuro está en tus manos,
sabrás perdonar mi ego humano.
Autor Alcibiades Noceda Medina
hay que desear muy profundamente lo que se quiere conseguir y con esta bella inspiración conseguiste tocar mi corazón mis diez plumas...que deleite poder leerte cariños yolita