Los recuerdos persiguen mi alma,
con ternura, con temor, con lástima,
esperan, gritan y al alba te llaman,
sin descanso, con la más pura ansia.
Y, cariño, el tiempo se me escapa,
sin poder decir te quiero, quemando mis ganas,
apartando el olvido, olvidando tu cara,
con dolor en mis labios, y en mis palabras.
Verte, sentirte, abrazar tu mirada,
colmarme con suspiros de aire enamorada,
desesperando en la noche, sobre días que callan,
con el corazón abierto, de amor y esperanza,
girando un adiós, sobre mi espalda.
Escucho tu sonrisa, y te busco en mil moradas,
volviéndome loca, con el roce de tu espalda,
¿Que si te olvido?, jamás, jamás te me escapas,
¿que si amo tu ser, que hoy me delata?,
más que a mi misma, más que a mi muerte anunciada
más que a la realidad, que nubló nuestras almas.
Palabras al viento, que nunca callan,
sueños que mueren, cuando despunta el alba.