Aunque a mis ojos.

Aunque a mis ojos ávidos te escondas,
Aunque saber no pueda donde estás,
Señor, Señor, Yo seguiré buscándote.
Yo seguiré buscándote.
Y de tanto buscarte, te habré, al fin, de encontrar.
Aunque el Dolor me cerque y todos me abandonen,
Y me flaqueen las fuerzas que aún me tienen en pié,
Yo seguiré creyendo, Señor, que Tú me amas
Y mi Fe en Esperanza trasformarse veré.
Aunque la Tumba todo, parezca que se traga,
Yo seguiré creyendo que, después de la Muerte,
La Eternidad comienza y que te voy a ver
Con los Ojos del Alma, que el Alma Eterna es.
Aunque ganar les vea a los Hombres Malvados,
Aunque vea perder a los Hombres de Bien,
Yo seguiré creyendo que, después de la Muerte,
La Justicia y el Orden vas a restablecer.
Aunque mi Fe vacile y me muerdan las Dudas,
Nunca jamás del todo, mi Fe en Ti morirá
Y aferrándome a Ella, espantaré a mi Angustia
Y en Tu Amor refugiado, recobraré mi Paz.
Aunque se nuble, a veces, la Luz de mi Esperanza,
Como en el Cielo, a veces, se nubla el mismo Sol,
Yo seguiré esperando tu anunciada Venida,
Herido de impaciencias, mientras vuelves, Señor.
Aunque llorar me vean de pena y de tristeza,
Nadie podrá quitarme la Alegría interior
Que haces brotar en mi Alma por caminos ocultos,
Con la Paz y la Gracia que en mí siembras, Señor.
Aunque vea llorar a tantos Niños Huérfanos,
Aunque a tantos Malvados vea el Odio sembrar,
Yo seguiré creyendo que dentro de cada Hombre
Hay un Amor frustrado, que Amor buscando va.
Aunque parezca, a veces, que yo a vivir me niego,
Porque la Vida, siempre, me ha tratado muy mal,
Por haberme, Señor, dado la Vida,
Porque Otra Vida tras mi Muerte espero,
Sabiendo que ya nunca me volveré a morir,
Muchas gracias, Señor, hoy necesito darte
Por tantas gracias como debí darte
Y por ser tan Ingrato, Señor, nunca te di.