Diamantitos pequeños que lanzan destellos
cual estrellas fugaces caídas del cielo;
te dibujas juguetona en las hojas y el suelo
creando entre la hierba un fino riachuelo.
Te meces en columpios de hojarasca seca
te bañas de luz por los callejones
tu silueta plateada riegas por doquiera
dejando a tu paso una gran estela
de hoyitos hechos por tus goterones.
¿Porqué lanzas cielo lágrimas de angustia,
cual sirena perdida en medio del mar?
¿Quien te ha robado tus bellos destellos?
¿Quien se ha atrevido hacerte llorar?
Pero cada lágrima que riegas por los suelos
es maná que nutre, que da aliento y vida,
los ríos felices reciben tu llanto,
y a las flores del campo beben tu agonía.
En pago a tu llanto ellas te regalan
su corola bella llenas de color, el río te canta una canción de cuna,
y la hierba te muestra todo su esplendor.
A veces juguetona te pierdes en la arena,
otras veces eres reflejo de luz,.
tu dolor lo llevas guardado muy dentro
gotita de lluvia, a veces yo lloro, al igual que tú.