Mi admiración gran maestro,
quién te pudiera igualar
con la franqueza que escribes
impregnando tu poesía,
de amor y lucha por la igualdad.
Amante de libertades
siempre llamas a las cosas
según el nombre que tienen.
no te dejas coaccionar
al vino , vino lo llamas,
y al pan siempre llamas pan.
Tú nunca te contradices,
crees en todo lo que piensas,
y lo que piensas lo dices.
Te haces querer de las gentes
admiramos tu valor,
denuncias las injusticias
en este mundo traidor.
Sinceridad no te falta,
alegría y buen humor,
elogias a la mujer
alabas su corazón.
Y hasta te encantaría que fuese
una mujer ese Dios,
que te besara en la boca,
y que la miel de sus labios
quedara prendida por siempre,
a los tuyos, sonrientes.
Chelo Álvarez.