Sueña, princesa mía, tras de las celosías
de céfiro adornadas y de ternura clara,
en las oscuras noches del alma sueña para
que dancen a tu lado las bellas fantasías.
Eleva tu mirada de luz todos los días
hacia los altos cielos y la región más rara
y deja que tus ojos se cierren en tu cara
e invoquen a los dioses de tus mitologías.
Sueña, sueña princesa, que es tan bello soñar
que en la raíz de todas nuestras adquisiciones
hay siempre un gran suspiro, perturbador, risueño,
y un mar en donde a gusto podemos navegar
sin brújula, sin rumbo, como las emociones
que siento cuando pienso que soy tu amado dueño.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!