La Vara de Medir que el Hombre aplica
No es la que aplica Dios.
Más Allá de esta Vida hay Otra Vida
Y en Ella todo invierte su Valor,
Y en Ella todo cambia de Medida.
La Salud, los Placeres y el Dinero
Jamás son para Dios
Los Valores Supremos.
Para Dios sólo hay
Un supremo Valor: la Santidad.
El único Valor que mira al Cielo,
Pero se gana pisoteando el suelo
Con las sandalias de la Caridad.
Cuando hizo Suya esa Santidad
Y vivió como Suyo ese Valor,
¡Qué gran Lección de Santidad y Amor
La que Cristo nos dio!.
Que eso es la Santidad.
La Santidad que en Cristo
Alcanzó la más Alta Perfección:
Amar a Dios y, por Amor a Dios,
Amar a los Demás,
Hasta morir de Amor
Por librarles del Mal.
Sólo los que esto hagan
Santos serán.
Y al Cielo, como Cristo,
Al morir, subirán.