Hoy, soñando quise soñar que te soñaba
y en sueños, tan pasionales, te besaba.
Y quise también el sentir de tu presencia
no obstante sentí lo mas frio de tu ausencia.
Quise reflexionar cual Dante en el infierno
y alcanzarte yo como un angel muy tierno
pero inexorable y lóbrega me rechazaste
toda mi esperanza con ansia arrebataste.
Traté de tu mirada arrancar una lágrima
y no conseguí mas que mirada de lástima
y traté de tus labios arrancar el nectar
y no conseguí mas que las hieles de azar.
Quise hacerte de mi cielo lo mas preciado,
mas tu me rechazaste y me dejaste lisiado,
y busqué loco la resolución de tu lamento
y solo terminé junto a ti de amor sediento.
¡Intenté que mi ala tocara con su esperanza
tu rostro y te llenara como a mi de calma!,
pero tu en giros de despecho la arrancaste
y vencido, vulnerable y con un ala me dejaste.
Te perdoné en delirios con diablos, devaneo,
y no conseguí mas que verte mas en el deseo,
¡No me sentí mas que como tu sombra y siervo
al filo de las caoticas garras del Érebo!
...Te perdoné, traté de alcanzarte, adorarte,
intenté perdido y con ansia sin igual salvarte,
y me quedé sin un ala, taciturno y triste
en el umbral del infierno y siendo tu chiste.