Voy a contar entre llanto mi primera decepción,
cuando era todo blanco, de algodón mi corazón.
Creía en la fantasía de los Tres Reyes viajeros,
los que al Hijo de María dieron todo por entero.
Llegaron en sus camellos con toda satisfacción,
dejándole a Jesús Niño regalos con devoción.
Pasaron miles de años y para mi fue el primero
cuando debajo de un árbol me dejaron un te quiero
Era yo una chiquitina, tan repleta de emoción
que a los camellos dejaba del heno cierta ración,
a mis Reyes finos dulces, mermelada y leche fría.
Siempre he tenido temor cuando llega una ilusión,
será porque me mintieron excluyendo explicación
que vivo la realidad, sin creer en fantasía