La Farza

Te guardaré por siempre en mi conciencia,
así como te vi por vez primera,
como una flor de tierna primavera,
plagada de fulgor y de inocencia.
Ajeno a tus costumbres y existencia,
tu imagen me sorprende, de manera,
que aquel amor tan grande que sintiera,
hoy suelo desterrarlo con dolencia.
Me quedaré mi amor con el destello,
con el destello ardiente que admiraba,
en ese deslumbrar de tu cabello.
Y guardaré tan solo la semblanza,
de aquella dulce niña que adoraba,
perdida con mi amor y mi esperanza. (2006)