Había una vez iv

La suerte estaba echada, la ahogaba el sentimiento
Los años de sufrimiento
Los años de sacrificio
Se desvanecían ante tal desquicio.
Y por su mente pasaba
en retrospección animada
cada pena soportada
cada dolor que guardaba
pero el amor que un día sintió
también se presentaba
y la pasión que una vez los unió,
ella, también a la retrospección se asomaba
y fue difícil no darle el perdón
a quien en otrora ella tanto amara
y con la misma mano que sobre el posó
con esa misma mano lo levantaba
al tiempo en que le decía
perdonarte yo
es una tontería
tu por mi has sido perdonado
desde los primeros días
pero amarte ya no puedo
como antes solía
mi corazón se ha enamorado
de un príncipe que mi alma prendía,
más si necesitas que me quede
mientras duran las batallas
a tu lado estaré siempre
pero entiende, que cuando me vaya
no deberás buscarme
para más nada
piensa que muerta estaré
que me perdí para siempre de tu mirada.
Dicho esto, le dio un beso en cada una de las mejillas
lo abrazo sellando el pacto, confundiéronse sus lágrimas…
se volteo hacia la puerta y al pasarla cayó desmayada.
E l la tomó en sus brazos
la llevó a la recámara
y entre gritos y mandatos
llegó el médico de cama
Todos abandonaron la alcoba
menos el príncipe que lloraba
por la noticia que le daban, si, adivinaron, su esposa
estaba embarazada…
El rostro de ella era un poema
como este que intento escribir
era todo un melodrama
ahora ¿cómo poder huir?...
Continuará...