En la nieve las rosas quieren florecer;
dos luceros por ojos quiero darte;
mas ¿cuándo soñaba por quererte?
Conocí lo pasible de tu bosque;
Del campo, vi que el sol bebía,
de lo arroyos el agua que corría,
Ya formidable y espantoso suena.
dentro del corazón postrar el día,
Que la noche beban de la sombra,
Y las rosas recias de las tempestades,
Aquellas gotas de agua lluvia,
Desnudaron tu cuerpo y las extremidades.
El futuro será el hocico del abismo,
Donde el presente se mastica a si mismo.
Remiendo galaxias en todo tu albur.
¿Existe lo que esta antes de la nada?
Sigo solo escuchando atento a tus pasos,
Se cansa, llora, maldice y vuelve a callar,
Y mi futuro, Laura ¿dónde está?
Este era mi destino, tan solo recordar.
En la palabra estoy, aunque no quiera decirte.
Encenderé un cigarrillo aspiraré su aroma.
Ella llegará a doblar la esquina.
Y me quedare quieto esperando la muerte.
Copyright © 2010 - Ramiro Álvarez Cedeño.