DIARIO DE UN EGOCÉNTRICO

Al fin encontré un momento libre en mi apretada agenda para poder escribirte estas lineas, ahora que estoy tranquilo y calmado, ahora que solo pienso en ti.
Decirte que tu eres lo más importante de mi, porque sin ti, mi fuerza y la importancia que represento, no servirían de nada, pero a muy pesar mio, hay ocasiones en las que puedo prescindir de ti. Vivímos prácticamente bajo la misma piel, tu eres mi habitat y mi protector, por eso quiero pedirte perdón por hacerte pasar tantos estragos sin que puedas impedirlo, por no saber decantarme acertadamente a veces y por ponerte en aprietos que ni yo mismo podría resolver. Yo hago que seas como eres, y bajo mi punto de vista eso no está nada bien por mi parte. Soy quien te hace sufrir y el que hace que seas una persona fría y dura, malvada e hipócrita.
Te he jugado muy malas pasadas porque soy un egoísta y tengo momentos en los que ni siquiera sé lo que realmente quiero. Yo te doy fuerzas y también te las quito, y creéme que lo siento, pero esa es mi naturaleza.
Yo decido si vives alegre o agónicamente, porque sin que lo queramos ninguno de los dos, soy el centro de ti y quien mueve tus hilos.
Se que a veces no te importo, no me respetas ni cuidas lo suficiente, pero no puedo reprocharte nada, porque al final siempre acabas sucumbiendo a mi y hago de tu vida, mi vida. Yo decido de quien debes enamorarte, de quien encapricharte y a quien odiar. Eres mi marioneta y solo tu sufres las consecuencias de mis actos y caprichos que podrían volverte totalmente demente, y eso no es justo para ti.
Te digo todo esto porque por encima de todo y aunque parezca mentira, puedo llegar a ser muy humilde y si quieres táchame de egocéntrico, porque lo soy, pero yo no elegí ser quien soy, no elegí estar donde estoy, y cierto es que nadie puede evitarlo y quien se atreva a hacerme daño, comprobará mi maldad y egoísmo porque podrá observar como te arrastro a ti conmigo. Si me hago añicos, tu te romperás junto a mí, si yo lloro, tu lloras y si yo no soy feliz. tu tampoco.
Tu eres quien realiza mis ordenes y yo el que te dice como tienes que realizarlas. Soy el epicentro de todo tu universo y quien te da la energía para sentir el calor que te da la vida. Sin mi no eres absolutamente nada, y de nuevo te pido perdón por no avergonzarme de ello porque como ya te he dicho, esa es mi naturaleza.
Tambien quiero decirte que siempre me pregunto hasta que punto podrías llegar para acatar mis ordenes, y me pica tantisimo la curiosidad que me atrevo a ponerte continuamente a prueba, hasta que a veces no tengo tiempo de detenerte y de nuevo otra vez tu y solo tu, pagas las consecuencias que podrían llegar a ser incluso mortales.
Por mi culpa te hago sentir temor, remordimientos, pánico y cansancio extremo. Perdóname por tener tu existencia en mis manos. Pero jamás olvides a pesar de todo lo cruel que puedo llegar a ser contigo, que juntos somos el equipo perfecto. Los dos formamos una sola y única persona. Por eso, te pido perdón.
Atentamente.
Tu Corazón.