De tus ojos tiernos robe tu mirada
clavastes en mi pecho, tu amor como espada
callaba en silencio donde tu morabas
y al verte solita, allí tú estabas
No tuve palabras, ya todo era incierto
veía tu rostro que amargo lloraba
quería expresarte que en mí ya pesaba
lo duro que en vida, a tí te pasaba
Perplejo, parado ni el habla brotaba
mi boca cerrada y en mi pecho una espada
quería abrazarte, pero no me encontraba
el miedo me hacía, que yo me callara
La noche llegaba y el silencio allí estaba
tu boca de fresa a mí me cegaba
al verte en la esquina, solita y callada
cerrando los ojos, te dije. mi amada