Paso diciembre bullicioso y llegó enero
cargado de esperanzas y un nuevo sueño
que se ira cumpliendo en parte en febrero
hasta agotado terminar diciembre, otro año.
No estuvimos juntos estas vacaciones,
no se cruzó palabra ni un verso escribí,
se mantuvo el silencio en los corazones
y en mi mente el recuerdo cuando te vi.
A medio día del amor ajeno hablamos,
y al tocar el nuestro, preferiste callar,
para por escrito responder si nos amamos;
con paciencia a éste esperé pronto llegar,
tan solo supe de ti, que lo enviaste
y no cual decisión adoptaste, entristecí,
pero eso no quita tenerte en la mente
hasta cuando tu corazón diga que si.
A donde quiera que me encuentre
mantendré conmigo esa respuesta,
ya solo serás la mujer que idolatre
durante el andar feliz por mi cuesta.