Tanto veces desee llevarte al paraíso de mi imaginación,
cuando te veía dormir apaciblemente, o entrar en tu sueño,
para vivir esa aventura inmensa contigo, sin causarte daño.
Las veces que desperté, solo para contemplarte con emoción,
desde una distancia prudencial, acariciar tus brazos sin rozarte,
me moría de saborear la ternura y besar tus manos con suavidad,
desde el día que nos conocimos, nunca me negó su caridad.
Pienso que estaría cansada, por estar siempre de mí pendiente.
Cuando sonríe placidamente en tu sueño, cuantos celos me causa,
y me pregunto ¿quien estará arranándole esa sonrisa?
o cuando gime digo ¿Quién se atreve hacerla sufrir esa manera?
Aspiro el perfume de tu cuerpo, quisiera que el aire fuera eterno,
el bálsamo tuyo me transporta y soy feliz como ninguno.
Quiero estar contigo en tu sueño y que ya no sea una quimera.