He bebido...

He bebido la luz. Soy luminoso.
Todo mi ser destella y encandila.
He bebido la luz de tu pupila
y me siento de luz y jubiloso.
He bebido del viento silencioso
de tu aliento aromado que cintila,
de la brisa sutil donde se asila
tu suspiro febril y tembloroso.
He bebido del fuego de tu ardiente
y escondida lumbrera de tu hoguera
en tus labios ocultos, verticales.
He bebido tu piel incandescente.
¿Cómo quieres, amor, que no te quiera
si me has dado placeres siderales?
Heriberto Bravo Bravo SS.CC