Yo tuve un enemigo que mis pasos seguía,
Y aunque parezca extraño yo no lo conocía.
Mis planes y mis metas, todo desbarataba,
Mis mejores deseos por el no los lograba;
Un día pude encontrarlo y reclamé su cinismo,
Le destapé la cara y me encontré a mi mismo.
Desde ese día todo se transformó,
Pues aquel enemigo mi amigo se volvió;
Mi antiguo subconsciente que antes interfería,
Después me ayudaba y mis deseos cumplía.
Una vez que mis planes yo a él le confiaba,
Casi sin darme cuenta el solo los lograba.
Y ahora que ya no existe conflicto entre los dos
Puedo llegar a todo, inclusive hasta Dios.
Créalo , sí se puede