No me busque, yo aun no te sueño ni por sino.
En el bar de la esquina tómese una copa de vino
yo mi sed seguiré calmando con besos ardientes,
que acelera mis latidos más que el vil aguardiente.
El camino es largo pero, por llegar no me empecino.
no me espere todavía, mi alma volverá como vino.
Por ahora estoy sembrando amores en mi huerto,
para cosechar suspiros me he convertido en experto.
Ángel oscuro, no perturbes mi paz de amar divino,
lleno de luz a mi alma,también con la madurez del vino.
Ahora la imagen de una diosa cautiva mis sentidos,
a toda hora la veo como ángel en mi cielo encendido.
No me apures cara blanca, mi alma sabe el camino,
todavía tengo meses y años, para cumplir mi destino,
o quien te dice, que mañana me iré muy de repente,
será sin contrición, solo entregue mi amor inocente.
Autor: Alcibíades Noceda Medina