¡HE PERDIDO...!

Me esperaste sentado
en un camino dorado
los rayos del sol reflejaban
tus ojitos cerrados.
Pero cuando yo llegué
era demasiado tarde
el sol se había marchado
y el jardín era grande,
muy grande para buscarte
y encontrarte ahí sentado.
Por lo cual me tuve que marchar
y tu seguías esperando.
Me esperaste con una rosa,
esperaste un buen rato
me esperaste todo el día,
todo el día ahí sentado.
Al día siguiente
encontré la rosa tirada
había pasado demasiado tiempo
y ya te habías aratado
de esperarme con la rosa
para darme una sorpresa
todo fué culpa mía
pr tan larga espera.
¡He perdido una rosa!
¡Te he perdido a tí!
Prefiero perderla a ella
a quedarme sin tí.
¡Quiero pedirte perdón!
Por no haberte esperado
igual que tú a mí
que estabas ahí sentado.
Por eso me arrodillo
cuando te escribo la poesía
y aunque tú no me veas
recuerda lo que te decía:
¡TE QUIERO!