Un oasis...tierno y abrigado,
Se cuelga muy firme en la montaña,
Con su bella amalgama de colores,
Del cristal de la charca que reposa,
Al alegre... esmeralda matizado,
De sus prados,arbustos,de sus flores,
Que pigmentan...una nube magestuosa,
Cuando está subiendo y su velo baña.
Alli cerca, contiguo a las alturas,
Un santuario de nevados adheridos,
Con etereo ambiente que se mueve,
Con el dócil...arrobo del rocio,
Va calando el cutis cuando llueve,
Como recordando.. penas y amarguras,
Que azotaron..a tu amor y al mio.
Y nos vemos obligados bruscamente,
A encajar a nadar en sus remansos,
Al contraste de glacial y de nobleza,
Asociados..a ese baño de los dioses,
Cada vello.. se exalta tiernamente,
Cada poro...sumido en su descanso,
Que el calor le brinda con sus roces,
Como almibar endulzando una cereza.
Y asi tu piel...y mi regazo,
Muy unidos... palmo a palma,
Acogiendo la terma con su abrazo,
Degustamos su estima y tierna calma,
Como el grato caramelo de sabor,
De la caña.. en azucar transformada,
Deleitando.. en atisbo tu mirada,
Que consagró un bello gesto de amor.
Así jugamos como un niño,
Así reimos y cantamos,
Asi adherido a tu corpiño,
Un hermoso abrazo degustamos,
Que enaltece y exaspera la pasión,
Con la rima de campiña y su belleza,
Que nos marca la DIVINA CREACION,
Exaltando su prodigio y su grandeza.