Abrázame, acaríciame

Abrázame, acaríciame,
dame el calor de tus besos.
Rosa suavemente tu piel a la mía.
Dame el calor de tu aliento
deslizándose por mi cuerpo.
Enciende otra vez
el fervor del dulce devaneo.
Envuélveme en el mareo
y la embriaguez del deseo.
Humedece mis labios resecos.
Dame de beber el elixir
de tu saliva en mi boca sedienta.
Cubre con tus amadas manos
mis dedos gastados del tiempo.
Entrelaza tus piernas en las mías
para sentir el dulce fuego
de un éxtasis aún no perdido.
Ámame como solo tú sabes
serena y cálidamente.
Mírame profundo a los ojos
en el mismo instante
que tu placer y el mió
se fundan en el desvarío
de un intenso amor compartido. Estela Foderé