Tal vez, las palabras no mueran en el silencio,
y el miedo, se convierta en locura sin freno,
aplaudiendo sobre las aguas de un invierno seco,
sofocando el fuego, con otro más fuerte e intenso
No comprendo, sonrío, pero lo entiendo, lo siento
enfriándose las lágrimas que recorren mi cuerpo,
andante de un caminar lento, efímero e incierto,
hacía un pensamiento lleno de dolor e incrédulo.
Venero sentimientos que crecen y caen al suelo,
cerrando los ojos, imaginando que soy de hielo,
anudando sueños, viejos y nuevos, sobre silencios
henchir del alma, corazón que hoy te pierdo.
El deseo, se embriaga con dulces susurros eternos,
veneno en la calma, demonio que hoy enloquezco,
sin saber a donde voy, sin saber de donde vengo,
acusando cada noche, a una luna perdida en besos