Cavilando.

Conociendo del mundo
la sencilla verdad
observo las rarezas,
me atrevo a comentar.
No impongo mi criterio,
escucho sin maldad
las claras opiniones
que otros sinceros dan.
Me inquietan los rumores,
su turbia gravedad,
pues son señalamientos
que implican malestar.
Los ruines procederes
lastiman, entristecen,
marcan al individuo,
le impactan gravemente.
Sereno ante estos casos
cavilo antes de actuar
congeniando razones
que al caso ajustan más.
Hallando los criterios
logro solucionar
los más serios problemas
que inquietan en verdad.
Martín Fuentes Castillo.