Y si en mis sueños...

Y que harías si yo te dijera que en mis sueños te contemplo
Y que en ellos yo te amo y tú me amas con locura y pasión
Y que en ellos, aquellos árboles de cerezo que florecían
Mientras observábamos mutuamente nuestra fiel mirada
Florecen ahí, solo cuando tus ojos me regalan un cielo
Y si te comentara de aquella luna de Abril,
Aquella que contemplábamos cuando jóvenes éramos
Que nos hacía llorar entre mar de lagrimas y tierra opaca
Las nostalgias pasadas de nuestros corazones
Si te dijera que en mis sueños, hay Luna de eternas primaveras
Y que ya no causa en nosotros tantas penas
Que tal si te dijera que ahora solo es Luna de alegrías
Luna de felicidad y de eternos arco iris de colores
En los que se ven reflejados calor y fuego de nuestros amores
Y si te dijera también que en mis sueños solo somos tú y yo
Que no hay nada en mi mundo que nos logre separar
Que nuestras palabras de disputas se convierten en dulces
Melodías que al son de ruiseñores se vuelven fantasías
Y si en mis sueños te dijera, que puedo fundir
Con un solo suspiro de nuestras almas, tu corazón y el mío
En uno solo que no comprendiera el fin de un destino
Y si también mencionara que de mis sueños tú eres diosa
Y que en ellos también nuestro castillo esta hecho de nubes
Nubes de algodón de azúcar, dulce que proviene del amor
Amor que no termina y que proviene de la unión tan tierna
De los besos que nos compartimos con tanta inocencia
Y si te dijera que en mis sueños tienes cielo, mar y tierra
Entrelazados uno con el otro por el cariño que extiendes
Con tanta serenidad y querer, a este tu fiel y eterno servidor
Y que si te dijera que en mi mundo de sueños no hay temores
No hay imperfecciones, no hay dolores, no hay desdicha
Que si te dijera que en ellos puedes tenerlo todo
Y yo puedo con tranquilidad y dulzura amarte y consentirte
Con alfombras hechas de pétalos de rosa y adornos de utopías
Ilusiones de ensueño y luz de radiantes soles
Si te dijera todo esto amada mía, si te lo cumpliera
Aun así no aceptarías estar a mi lado en el umbral del cielo
No compartirías conmigo el edén perdido de la felicidad…
¿Ni aun así me amarías, ni serias mía, ni compartirías mi sueño?