Este no es un poema cualquiera,

es un himno a la alegría,

a las sonrisas cotidianas

que nunca emitimos

por pura cobardía.

Este no es un poema cualquiera

no pretende ser triste elegía.

Es un canto, un suspiro sin llanto,

un sustento para los que sufren de melancolía.

Este no es un poema cualquiera,

un salmo dirigido a los millones de individuos

que ríen, rezan y viven solos o

en amable compañía.

Este no es un poema cualquiera

es un homenaje, un vaticinio de un próspero futuro,

una mañana armoniosa que huele a victoria,

en cada segundo, minuto u hora del día.

Este no es un poema cualquiera,

es una llamada a la gente que ama la vida.

Una plegaria sin rezos u oraciones.

No es un poema cualquiera.

Un sencillo, un modesto himno a la alegría.

Este no es un poema cualquiera,

Son palabras para atender el dolor,

la desesperación, la furia, y la frustración.

Habrá humanos que cuiden, que velen por nosotros.

Allá donde estéis, yo os invoco,

por ser parte de mi naturaleza,

humanos benditos, conviviendo en armonía.

Este no es un poema cualquiera.

Es un murmullo de Esperanza,

también es una bendita venganza,

un clamor, una reivindicación,

por vergüenza de contemplar el día a día.

Este no es un poema cualquiera,

es una llamada a la atención,

es una llamada a la acción,

a cambiar el mundo con el corazón

aplicando la lógica de la ilustración.

La ética, la ciencia y la compasión

son nuestros útiles o herramientas

para tal tediosa tarea:

es este un alegato, no una simple teoría.

Este no es un poema cualquiera,

es una voraz plegaria que pretende unir

a millones de seres humanos

cual cordón umbilical

que aglutina un solo ser:

una conciencia unificada e infinita.

Somos todos uno,

una voz al unísono,

con miles de diferentes tonos,

singulares acentos y rostros dispersos,

un himno inmenso que arrulla los cielos,

los mares y las tierras.

Es, en definitiva, un himno a la alegría.

Este no es un poema cualquiera.

No lo leas para olvidarlo al siguiente día,

nuestro futuro depende de ti.

Créeme, no eres una persona cualquiera:

eres la luz que trasciende el mediodía.

No eres una persona cualquiera.

Nuestro futuro depende de ti.

Este no es un poema cualquiera.

Es un ensayo de palabras poderosas

que atiende las necesidades del corazón,

que pretende generar oleadas de emoción,

más que miles de tranques y metralletas,

o ídolos truculentos en acción.

Este no es un poema cualquiera,

versos concebidos por un individuo singular,

un paria sin más patria que la Razón Sensible.

Te lo entrego, es para ti,

mi himno de esperanza, de optimismo.

Mi himno a la alegría.