Cuerpos y almas...

Cuando llegamos al final del camino,
premonición, intuición o solo suerte
nos hiere mas con la idea de la muerte
que la conciencia del saldo del destino.
Somos los obreros y artífices del tino
con que tejemos lo vivo y aun lo inerte
la voluntad tendrá que ser única y fuerte
frente a la verdad de acierto y desatino.
Fácil pedir perdón, difícil esmerarnos
en eludir trampas de seculares senderos
que esperan ansiosas en ellas atraparnos
Nos salvara desprender la carne y confiarnos
en el único Dios que nos hizo sus obreros
de Su templo de vida para siempre amarnos