El insmonio no para
por una dura cama,
los gritos y golpes no ayudan,
y lo mismo es luna a luna.
Este viejo concreto
alimentado por la ira
no deja de llorar,
ni de gritar hasta agrietarse.
Cada abertura
es una herida en lo que era piel,
por donde escapan el dolor,
sufrimiento acumulado
que dan vida sin amor.
Entre escombros buscar
un recuerdo es imposible,
solo confusión, azotes
y escorias se puede encontrar.
Las paredes palpitan
y las marcas se vuelven mas claras.
De esta forma fué
y por siempre será,
por las noches gritan.