Hombre llévame a tu guarida,
y enséñame lo que quieras,
en tu pecho sostenida,
tus besos se agigantan,
como palomas asustadas,
no me dejes salidas,
que puedo escaparme,
arranca mis ropas y con tus manos,
me tomas de mis cabellos,
y como si yo fuese un bebe,
tu me besas y me recorres todo,
hasta no dejar ni un centímentro,
de mi piel en tus labios,
y con tu lengua me mimas,
hasta delirar por mis cosquillas,
esperando que lo bebas todo,
hasta embriagarte dentro mío,
y lentamente mis piernas se abren,
para que te apoderes de todos mis fluidos,
de todos mis manjares,
y tus dedos me agitan,
como las olas del mar,
hasta llegar a tu éxtasis preferido,
a mi mejor lugar,
y seguimos gozando,
sin dejar de respirar,
hasta que nuestros cuerpos,
no puedan moverse más,
de tanto deseo derretido,
de tanto amor picante por bebido...