Despiadadamente tus palabras tocan mi mente.
Entra en mí, como aroma fresca de primavera.
Eres hogar refulgente, nido de esperanza latente.
Todo mi ser esta en vigilia, por un amor en espera.
Ciento de historia queda por contar de mi pasado.
Tú entre mis brazos lo olvidaré por completo.
Me abrazo a tu amor, y antes ti estoy postrado.
Basta de palabrerías, de vana esperanza estoy repleto.
Hada ya oigo tu canto, y el sonido de tus alas al volar.
Ya no eres la estrella que solo me mira al pasar.
Te imagino como río, que fluye sereno en mi solar.
Mis labios sedientos, reseca por el sol, ya te desea besar.
El hambre de mi cuerpo, clama las caricias de tus manos.
¿Acaso no podemos romper el espacio que no separa?
Iniciemos el viaje y que Dios nos guíe en los cominos.
Pues confío en nuestro amor, también la fe nos ampara.