Cinco cuerdas.

CINCO CUERDAS.
La candela es ardiente, como el fuego de aquella lámpara de queroseno que prendían con su mecha de cinco cuerdas juntas en las casas de La Habana.
Y como Cádiz se pareciera o parece a esa Isla hermana.
O como la canaleta que hace pasar el agua al verde prado.
O algo tan imaginario como ese algo tan iluminado como es Dios mi Señor.
Y esa parte aquella de hermandad que emana de esa Justicia Española que nos da la fe a que esa poesía cubana e idiosincrasia.
¡ Oye mi hermano !
Salga, salga.
¡ Oye mi hermano !