La vigilia de pelo lo asusta

De seguro el pobre espera más pelo
los últimos lo cuida y lo mantiene.
Él es el pajarraco que va y viene
en flacas alas el incierto vuelo.
Mejor fortuna tendrá en el cielo,
se muestra envidioso por lo que tiene,
con ansia de subir de nube sostiene
al lazo liga, con mucho recelo.
Cualquier indicio de perder lo espanta
cual como mujer pariendo se queja.
Él no sabe que yo escribo a reales
espigas. Mi fugaz paso por rincón
feliz me deja, a competencia razón
no hallo, a todo respeto como tales.
Autor: Alcibíades Noceda Medina