"DULCE NIÑA DE FUEGO" (Para Marycris)
A silencio me suenan
tus alas desplegadas
planeando en las alturas
soledades del viento.
A silencio me saben tus ojos
que se cierran
y el clavel de tu boca
que constriñe sus pétalos.
Lluvia,
lluvia que al fuego
no logra consumirlo
resbalando en tus cándidas
sonrosadas mejillas;
lluvia, lluvia que engarza
collares de granizo
de tu llanto al hechizo
que se enreda en tu cuello.
Al mirarte tan sólo
todo el mundo lo olvido,
todo el mar del misterio
se desnuda de tu alma,
todo el cielo desborda
sus luceros y se abren
como en un abanico
las olas de los mares.
Solamente al mirarte
terciopelo y encaje,
artificio de luna.
Artificio de luna
tu rostro nacarado,
mariposa de espuma
tu sonrisa que abrasa
como oro que amanece.
Lleva, lleva contigo
mis suspiros inquietos,
vencedora impasible
que mis ansias desvelas.
Guarda allí entre tus redes
el enjambre de ensueños
que al mirarte, tan sólo,
simplemente al mirarte,
has sembrado en mi pecho
dulce niña de fuego.
Dulce niña de fuego:
me arden tanto tus labios.
Silenciosa, secreta desde lejos
flameas
los guerreros que en mi alma
reposan inconstantes.
Quemas tú desde lejos
siendo apenas lucero,
siendo apenas lucero
mi camino lo enciendes,
Cede el mundo y se apaga
en un mágico soplo,
en un hálito blanco
despojado de sombras.
Y la flor
y la rosa
se doblegan al paso
de tu imagen profunda
que se niega a mi forma.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)