Hola Dios!
Soy yo, la misma de siempre,
la que te pide más de lo que da.
La que se acuerda de ti en sus miserias,
La que no comparte contigo sus alegrías.
Ya vez, aquí vengo de nuevo
A que consueles mis desdichas
A que cobijes mi soledad
Yo, Dios, pienso más en mí que en ti
Y cuando tengo, no te nombro y
Cuando me falta entonces te llamo
Y tú, gran Señor y ocupado, me acoges sin chistar
Me abrazas y consuelas, soy ingrata, tu consentida
Entre tú y yo no hay distancias ni intermediarios
No hay palabras, ni falsos halagos.
Mi conexión contigo no tiene tiempo,
Ni frases repetidas de memoria.
Me gusta hablarte con mis palabras y
Quererte sin mandatos ni amenazas.
Oye Dios…están llegando mis hijos,
Luego te hablo ya..?
Grh