Si pudieras amarme feliz me pondría.
Parezco tranquilo así, casi sereno
pero a insinuaciones no estoy ajeno
¿Tu espiritualidad; realmente daría?
Figuro arcano, acaso en postrimería,
aun sigo madrugando en rigor pleno.
Intuyo que tu aguafuerte no es veneno,
yo, vino tinto, mucho te agradaría.
De tanto soñar también vuelan las orugas,
caricia bendita puede planchar arrugas.
En la caridad de tu noche dejaré
de soñar, estando ya en tu gloria.
A pesar que la conjetura es ilusoria,
la posibilidad, con prudencia manejaré.
Autor: Alcibíades Noceda Medina