Hoy estoy muy vulnerable
Y es que la pena me acosa
Me persigue la condena
Me asusta la maliciosa...
Y pensar que es mi propia mente
La que enjuicia y dictamina
¡A la silla!, ¡a la silla!...
¡Y es que soy una asesina!
He asesinado a mis anchas,
Desde que te tengo en mi vida,
Comencé con mis principios
Y después con mis ideas preconcebidas...
Firmé una dimisión,
El mismo día que te di mi amor
No quise darme cuanta de ello,
Y aún confesa proseguí en adulterio...
Pues le fui infiel a mis principios
Y a todos mis criterios...
Hoy me desgarro de dolor,
Hoy te arrastro a un misterio
Cual no sería mi dolor,
Si te confiesas indefenso...
Por eso deseando me encuentro hoy,
Aunque parezca contrapuesto,
Que todo tu corazón no hayas puesto en este cuento...