Te estoy amando igual que un pobre ciego,
sin luz en la mirada y en el alma,
a oscuras por completo, sin la calma,
andando hacia un abismo, no lo niego.
Te estoy amando así, sin ver siquiera,
si el mérito que siento verá el día,
en que a mis brazos vengas vida mía,
y traigas tras de ti la primavera.
Te estoy amando así, con fe cerrada,
sin importarme causa o consecuencia,
usando del cerebro la inconcienca,
y la virtud del alma enamorada.
Yo sé que puedo acaso en mis arrojos,
cundirme de tristezas y fracasos,
pero mi amor, renace entre tus brazos,
y mi mirar, no ve, más que en tus ojos.
Pues todo lo que soy, mi fe, mi vida,
no son nada sin ti, sin tu presencia,
por eso necesito de tu esencia,
para sentir que tengo el alma henchida.
Henchida de placer, de algaravía,
de esa virtud, que llaman sentimiento,
por eso, y por demás, no me arrepiento,
de amarte como te amo, amada mía.
Y voy a amarte así, igual que un ciego,
que ignora del camino los abrojos,
guíado solamente por tus ojos,
que brillan, como antorchas en el fuego (2006)