TE MARCHAS MARICARMEN

Te marchas Maricarmen y quedamos con un pellizquito en el alma. Te echaremos mucho de menos en los cursos y jornadas. En tu bien hacer las cosas En la alegria de tu cara. En la palabra precisa cuando algo preocupaba. El Rancho pierde una flor. El Rancho pierde una estrella. El Rancho pierde la esencia del perfumado conocimiento con el que lo rociaba ella. Pero el Rancho como un padre, a quien un buen día un hijo muy querido se le marcha buscando nuevos horizontes. Felicidad buscando en otra Plaza, se resigna y se cobija en la nunca perdida Esperanza de que Maricarmen nos visite: Cuando quiera. Cuando pueda. Pues ella bien sabe que aquí esta su gente y que ésta es su casa.
Luz perdida