la semilla

Raúl fue un niño o eso le dijeron

pero de eso no se acuerda,

fue hace mucho tiempo.


Vive bajo una bandeja que pasea por un bar.

Surte de sed los vasos de los que no le mirar ni al pagar.

Tiene un jefe que solo respira para verle sudar.

Tiene un perro que le saca a pasear.


Y mojado por la lluvia con su vieja gabardina

busca con la vista mientras cruza la alameda

la semilla que su madre plantó

el día que él por primera vez nació.


De su vida el mejor momento que conserva

es tan bello que nunca lo recuerda.

Tiene miedo que al tocarlo se arrugue y desaparezca.

De no frotarlo el sol,

va perdiendo su color.

Ese color por el que decidió guardarlo de los peligros del día.

Lo oculta en un baúl y hace tanto que no lo abre

que ahora cree que el envoltorio es el tesoro.


Pobre Raúl, pobre muchacho

que sigue empeñado en encontrar la semilla

donde crece ahora un árbol.