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Como las infimas brazas refundiendo el polvadal,
Como despojos de roca en gelidez y penumbra,
Palidas van volando, ante un rey que las alumbra,
Silentes van pregonanado, ese yermo fantasmal.
Y se espárcen con sigilos acarreando los pesares,
Paseando en su alborozo...por estériles pasajes,
Agonizando entre vientos van adentrando sus viajes
Hacinando los cascajos entre arideces y altares.
Colinas donde reposan...los escollos y arenales,
Acumulando sus gravas, en la infecunda sosobra,
con un adios sin respuesta en la huella de sequía.
Asi se agrandan las penas...aglutinando los males,
Entre surcos y goteos de una amargura que sobra,
Anhelando que un gran soplo, las borre con su alegría.
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