Cuando me miraste,
ya nada pude entender,
y como en los viejos tiempos,
quice preguntarte,
si de algún lado te conocía,
ahora entiendo que no,
que solo nuestros ojos decidían,
a quedarce tildados,
en la memoria de nuestro disco rígido,
y sin querer nuestro messenger se mezclaron,
tan confusamente fue,
que hasta el día de hoy,
solo puedo entender,
que algo quedo en mi corazón,
y no lo puedo reprochar,
porque llegó sin explicar,
y no se quiere ir un amor tan legítimo,
un amor tan real,
que solo los Angeles Buenos comprenderán,
que fue una cuestión de amar...