Mi sentimiento nació como por encanto
un buen día allá en la alegría,
envolvió mi ser con hilos de ensueño
aquella mirada profunda y risueña,
no cruce palabra, ella me enmudecía
al oír expresar tan jovial canto.
Que escondo en el alma ella me pregunta,
que mueve mi ego para a ella llegar,
que tienen tus ojos a la vez me pregunto
si duermes mi cuerpo para poder amar.
Es contradictorio al tener en la mente
y desear esa imagen liberar por otra
que aun no se pose por estar tan distante,
no salva ni al desconcierto ilustra.
Si el clarín de guerra no da su cántico
abandonar el campo es una felonía,
de logro no es aumento numérico
y de soledad cambiaria a agonía.
Dedico una riza a alegrar la rutina,
riego una flor y a la vida vuelva,
prendo una luz para avivar esperanza,
y para solo amar doy mi compañía.