Entre densa neblina y oscuras sombras
va mi espíritu triste cuando lo nombras.
Ha perdido su norte, vaga sin tino
evadiendo nostalgias y desatino.
No le gustan palabras que el viento lleva
y parece que flota cuando se eleva.
Zigzagueante mi espíritu lleva a cuestas
el recuerdo de aquellas nocturnas fiestas
cuando todo era gozo y algarabía
y el pasar de las noches no lo sentía;
pero ahora se traga su propio asombro
pues no siente ya nada cuando te nombro.
Cuando ve que su sombra de peregrino
ha dejado sus huellas por el camino;
huellas son semejantes a las heridas
que quedaron marcadas en nuestras vidas…
P. Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)