Aclamamos grandezas
aún cuando no podemos avanzar,
cegados por la codicia.
Pasamos por la vida aspirando
ser poderosos de material
y dejamos a un lado la esencia
lo importante de verdad.
Nuestros ojos velados
por cintas doradas
impuestas desde el nacimiento
por esta nuestra sociedad,
cual animal al que atan con cadenas
y da vueltas sin parar
sin saber que es un circulo sin final.
Y el tiempo pasa
y cuando nuestro camino ya esta llegando
casi a su final,
entonces la cinta va dejando
ver la realidad.
Pero entonces es tarde,
vagamos por la vida solos
anhelando otra oportunidad,
viendo que todo es efímero,
excepto para aquellos
que sólo ansiaron lo esencial;
El ver amanecer,
el vivir un día más,
el disfrutar de la vida como si llegase el final.
Porque la cinta se pierde se gasta,
pero la realidad no es otra que
nuestra vida pasa.